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lunes, 26 de septiembre de 2011

Esperanza

Es bueno saber que uno puede esperar lo mejor y trabajar para lograrlo, más allá de los obstáculos que encontremos en el camino. Asociada al optimismo, la esperanza nos ayuda a tener una visión más positiva del mundo. ¿Por qué no pensar que, pese a todo, podemos lograrlo? Ahora, habrá que ver qué es lo que tenemos en mente.

Si bien muchos prefieren relacionarla con la fe o dejarla librada al destino o al azar, la esperanza es una virtud que aprendemos desde muy pequeños. Ya desde los primeros años de vida establecemos las bases de lo que será nuestro potencial para alcanzar lo que nos propongamos. Cuantos más estímulos, seguridad y demostraciones de confianza hayamos recibido, mayores serán las capacidades y herramientas para ir en busca de nuestros propósitos.

En 2000, el psicólogo Rick Snyder, profesor de la Universidad de Kansas, propuso entender la esperanza como la suma de dos componentes fundamentales: la capacidad de planificar las vías para alcanzar los objetivos deseados y la motivación que nos ayudará a transitar por esos caminos.

En cada etapa de la vida, un proyecto y una estrategia esperanzadora. Siempre, la puesta en marcha de nuestro deseo acompañado de un plan propicio para sostenerlo y alcanzarlo: quiero la teta y lloro, me gusta aquel juguete y lo señalo, tengo que llegar al otro lado de la sala y gateo o camino.?Siempre habrá, en la medida de lo posible, un paso a paso que nos permitirá pronunciar una palabra, escribir otra, andar en bicicleta, sumar, restar, aprobar un examen, conseguir un trabajo, descubrir el amor, tener un hijo...

Para evitar desajustes y frustraciones entre lo que se espera y lo que podemos conseguir, Rick Snyder cree conveniente tener en cuenta tres factores esenciales: la valoración que hacemos del objetivo (¿Es una meta posible?), los pensamientos y expectativas que tenemos sobre los caminos que creemos necesarios para llegar a la meta (¿Cuáles son los pasos necesarios para seguir?) y, por cierto, la valoración sobre el grado de eficacia personal para seguir las vías que conducen al objetivo (¿Estoy capacitado para lograrlo? ¿Qué debo aprender para hacerlo?).

En estos tres aspectos está basada la psicoterapia para quienes quieren despertar la esperanza: ayudar a los pacientes a formular objetivos claros, encontrar las vías para alcanzarlo, motivarse para ir en su búsqueda y ver los obstáculos como retos para superar.

La esperanza es sinónimo de buena salud física y psíquica. Las personas optimistas o esperanzadas tienen mayores recursos y posibilidades para afrontar situaciones de estrés, vencer obstáculos o limitaciones. La esperanza fortalece el sistema inmunológico y, de este modo, ayuda a prevenir y curar enfermedades. La esperanza, además, promueve el encuentro, la convivencia placentera y sostiene las relaciones positivas. Así es como se logran personas, familias y comunidades saludables.

Si bien hay situaciones que no dependen de nosotros, la esperanza nos pide estar activos y deseosos, sin por eso tener que extremar los niveles de ansiedad. Todo a su tiempo. Aristóteles decía: "La esperanza es el sueño del hombre despierto."

lunes, 12 de septiembre de 2011

NOCHE DE NOSTALGIA

A veces, nos lleva la vida comprender que nuestro camino no es paralelo al tiempo, nosotros, pobres mortales surfeamos defectuosamente en las gigantescas olas del minutero… y terminamos desparramados en la arena con la misma obscenidad con la que un pavo termina sus días en el frío mármol del matarife, que lo mira indiferente y solo ve, un futuro pate.

Queridos compañeros generacionales… debe ser notorio, a estas alturas, que dada la edad que portamos, hay partidos que no podemos jugar, no sin caer en el oscuro, profundo y vergonzoso pozo del ridículo.

Ustedes se preguntaran la razón de mi advertencia…simple, se avecinan fechas que son una clara tentación, un llamado, una extraña convocatoria a ejercer papeles que no dan con el talle y que hacen que el resbaladizo pasillo de la ridiculez nos deje el culo en el frío piso.

Señores…estamos en las vísperas de una nueva edición de la Noche de la Nostalgia y es probable que no exista otro momento en el cual se pueda encontrar un cardumen más grande y variado de gente haciendo el ridículo en el mismo lugar… salvo en televisión

Se que es tentador, se que la gente lo lleva a uno, pero seria bueno pensar que una sola noche puede tirar toda una vida de esfuerzos, para esto uno debe evitar ciertas cosas, a saber:

1) No es gracioso bailar como John Travolta, ni siquiera para John Travolta, si el pudiera borrar algo de su vida, sin duda, borraría esa película.

2) Es evitable, incluso, recomendable, no andar haciendo preguntas a esos compañeros de liceo que Ud. no ve hace años, corre el riesgo de enterarse de varias muertes, separaciones y otras pequeñas catástrofes…

3) Tenga en cuenta, que si usted advierte el deterioro ajeno, alguien, no muy lejos de usted, debe estar mirando el deterioro suyo.

4) Evite hacerse preguntas incomodas…cuando usted logra reconocer a ese ex galán de la adolescencia, que hoy porta un abdomen prominente, una calva inocultable y forrado en transpiración; esquive la tentación de preguntarse: que fue lo que le paso?.....la respuesta es molesta….lo que paso, fue LA VIDA… debería preguntarse si no será que esta demasiado concentrado en la televisión

5) Siempre,absolutamente siempre, será ridículo ver a un tipo bailar un tema de Village People

6) Mire a los costados, vea como bailan…a usted le parece normal, que un danzarín transpire mas que un keniata después de haber corrido una maratón…no…no es normal y sobretodo, no es sano…no lo intente

Por ultimo, un consejo…cuando a usted le pregunten que música le gusta, hágase el favor, no diga: me gusta la música del 80…se ha preguntado acaso, que carajo es la música del 80?

Lionel Richie? Génesis? Van Halen? Pink Floyd? Modern Talking? Culture Club? Cindy Lauper?....honestamente, solo un sordo puede meter todo en la misma bolsa. Los 80 fueron una década, lo que usted quiere decir, cuando dice livianamente: la música del 80, es que lo que a usted le gusta, no es la música…lo que a usted le gusta, mas bien, gustaba, era ser joven, la música solo es la banda de sonido de su juventud, ese tiempo en que no tenia panza, no tenia colesterol y seguramente tenia menos deudas que ahora.

Lamento informarle que ese tiempo pasó…y no vuelve…evítese el ridículo y piense: que cuerno fue lo que le sucedió a ese muchacho que escuchaba música en lugar de ver a Tinelli.

Recuerde, en tren de hacer el ridículo, siempre es mejor una buena borrachera y no es obligatorio sentir nostalgia, porque nostalgia se siente de aquello que se ha perdido, absténgase de seguir perdiendo cosas y déjese de joder. Ser jóven es una actitud, no tiene nada que ver con un relojito.